LAS MUJERES BAUTISTAS EN MIAHUATLÁN DE PORFIRIO DÍAZ, OAXACA.

Ángel Christian Luna Alfaro

VI. Objetivos de la investigación

Derivados de las interrogantes anteriores (problematización de la investigación), se desprenden los siguientes objetivos; el objetivo general y los específicos, a continuación:

VII. Objetivo general

Identificar y analizar la historia de las mujeres que conforman la Unión Femenil Bautista Otta G. Walters, en el contexto migratorio y del campo religioso de la sierra sur de Oaxaca, por medio de la investigación documental y de campo. Temporalmente, se enfatizará el estudio durante la segunda mitad del siglo XX y lo que va de la presente centuria (1942, año de fundación de la Iglesia Bautista "El Buen Pastor", hasta el año 2008, cuando concluye la investigación de campo. Sin omitir que algunas reflexiones, correcciones y documentos, se anexan para el año 2010).

VIII. Objetivos específicos

Identificar y analizar desde el enfoque de género y de la historia social, apoyándose de evidencia etnográfica, la historia de Miahuatlán de Porfirio Díaz, y la sierra sur oaxaqueña, considerando el espacio como el contexto inmediato en el cual se llegó a asentar la unión femenil bautista misionera Otta G. Walters, aspecto necesario de entender para la naturaleza de la pesquisa propuesta.

Describir y analizar el génesis, desarrollo y situación actual del campo religioso de Miahuatlán de Porfirio Díaz Oaxaca, desde una perspectiva de género, así como histórica, hecho que nos auxiliará para entender las dinámicas que han dado como resultado la historia, adecuaciones y persistencia de la Iglesia Bautista el Buen Pastor.

Analizar la funcionalidad de la Unión Femenil Bautista Otta G. Walters, en el contexto de los procesos migratorios de comunidades rurales a espacios semi-urbanos en la sierra sur de Oaxaca. Este es un aspecto que se tocará planteando ciertas estadísticas de esta dinámica en la región y localidad, sin considerar para la presente, la necesidad de efectuar revisiones puntuales.

Describir los elementos y formas en que las mujeres que conforman la Unión Femenil Bautista Misionera Otta G. Walters construyen su feminidad, mediante un trabajo etnográfico y el rescate de historias de vida de algunas mujeres que asisten a dicha unión. En este sentido, concibo necesario plantear la representación simbólica que ellas perciben en torno a los probables beneficios de asistir a las reuniones de la unión descrita, así como las bases bíblicas (entre otras fuentes tales como revistas, libros, etc.), donde las mismas se apoyan para dicho proceso.

IX. La hipótesis

Las esposas de algunos misioneros o comerciantes de origen evangélico, aprovecharon estas uniones para efectuar redes de ayuda y consolidación socio-familiar, situación nada fácil para el proceso migratorio que ellas experimentaban. Aunque este no es el caso especifico de la investigación expuesta, lo aquí expresado, me servirá como un ejemplo para considerar a la Unión femenil bautista misionera Otta G. Walters como un centro de socialización, que apoya en el proceso de readaptación a nuevos espacios donde ellas son ajenas, mediante las dinámicas migratorias de las regiones rurales a los espacios semi-urbanos oaxaqueños.

Por otra parte, considero que la Unión femenil bautista misionera Otta G. Walters, se ha convertido en una especie de centro de recreación o reafirmación de la identidad femenina de regiones determinadas, donde las experiencias personales de las mujeres mayores de edad, se comparten al resto, con la finalidad de educar y también orientar a las mujeres jóvenes en torno de la vida familiar (roles maternos y de esposa). Esto es necesario en espacios donde los gobiernos, tanto locales y estatales, no incursionan o auxilian en programas sociales que impacten significativamente en algunos poblados del país, sobre todo en lo que respecta a fomentar la equidad de género, erradicación de la violencia intrafamiliar, entre otros puntos que competen a las necesidades especificas, en lo que a desarrollo social se refiere.

Algunas iglesias cristianas no católicas, se han erigido como defensoras y formadoras de aspectos morales, espirituales y sociales de su feligresía, en un mundo donde existe carencia de éstos aspectos. Por otra parte, habrá que considerar esta afirmación preliminar, en espacios donde los fenómenos de la globalización y el neoliberalismo, se presentan de una manera impactante para población que no había tenido la oportunidad de experimentarla. Desde luego, el sentimiento de incertidumbre, o falta de seguridad en una sociedad cambiante, puede ser saciado con estructuras como las religiosas, mejor aun si son fundamentalistas y ofrecen un discurso y estilo de vida certero e infalible, basado en la Biblia y la rigidez comandada por la figura masculina de un Pastor. Esta dinámica se agudiza sobre las mujeres, ofreciéndole una especie de ropaje (en el sentido simbólico) de castidad, moral, conducta social, económica y políticamente requerida para los fines de una institución predominantemente masculina.